
El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia Romanos 4:18. Cuando Dios le prometió a Abraham que tendría muchísimos descendientes, esto parecía imposible. Sin embargo, por su esperanza y confianza en Dios, Abraham llegó a ser el antepasado de gente de muchos países que también confían en Dios. Romanos 4:18. Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado Romanos 5:5
INTRODUCCION
ESPERANZA: (Esperar) Confianza de lograr una cosa o de conseguir lo que se desea.
ESPERAR: Tener esperanza de conseguir lo que se desea. Creer que ha de suceder una cosa.
CONFIANZA: Seguridad que alguien tiene de sí mismo, en otro o en una cosa.
FE: (confianza) Creencia en una cosa no basada en evidencia o argumentos racionales. Confianza que Alguien tiene en sí mismo, en otro o en una cosa.
Diferencia entre FE Y ESPERANZA.
FE: Confianza del corazón y de la mente en Dios y sus caminos que nos conduce a actuar en armonía con su soberana voluntad.
Porque por fe andamos, no por vista. 2 Corintios. 5:7. Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Hebreos. 11:8
Esta fe no se basa en una aceptación ciega e irracional, sino en una suprema confianza en la capacidad y la integridad de Dios.
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones Deuteronomio. 7:9. Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado 1 Reyes. 8:56. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. 1 Corintios. 1:9. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Hebreos. 10:2. Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.; 2 Timoteo. 1:12
Tal fe es un prerrequisito para acercarse a Dios:
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos. 11:6
Y por su medio (Por la Fe) una persona es justificada en Cristo:
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley Romanos.3:28. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; Romanos 5:1. Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Gálatas. 2:16. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, Gálatas 3:8,25
La justicia de Cristo llega a ser nuestra por fe en él:
Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe Filipenses. 3:9.
La fe del creyente en Dios habilita al Señor (Permite al Señor) a hacer cosas milagrosas en su favor y por medio de él:
Porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Mateo. 9:21, 22. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados Santiago. 5:14, 15
La Esperanza:
Es el deseo y la perspectiva de alcanzar algún bien. Especialmente la perspectiva segura de alcanzar la salvación y todas las bendiciones que ella comprende, tanto para esta vida como para el futuro con Cristo en el cielo.
¿O lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.1ª Corintios 9:10. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor 1ª Corintios 13:13
El salmista, al meditar sobre la incertidumbre y la vanidad de la vida, se dirigía a Dios como la base sólida de su Esperanza:
Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti. Salmo. 39:7. Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud Salmo 71:5. Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios, Salmo 146:5
David centraba su expectativa de salvación en Dios:
Susténtame conforme a tu
palabra, y viviré; Y no quede yo avergonzado de mi esperanza. Salmo 119:116
La venida de Jesús al mundo dio nuevo contenido y forma a la Esperanza.
El cristiano se salva en la “Esperanza”
Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Romanos. 8:24
Esperanza que recibimos por gracia:
Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 2 Tesalonicenses. 2:16
Fuera de Cristo no hay Esperanza:
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Efesios. 2:12,13
Mediante el Espíritu Santo el cristiano espera “por fe la Esperanza de la justicia”
Pues nosotros por el
Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia Gálatas. 5:5
La 2ª venida de Cristo es para él cristiano la bienaventurada Esperanza
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo Tito. 2:13
Se dice que la Esperanza es una “segura y firme ancla del alma”
Por eso, cuando Dios quiso asegurar que cumpliría su promesa, juró que daría lo prometido sin cambiar nada. Ahora bien, como Dios no miente, su promesa y su juramento no pueden cambiar. Esto nos consuela, porque nosotros queremos que Dios nos proteja, y confiamos en que él nos dará lo prometido. 19 Esta confianza nos da plena seguridad; es como el ancla de un barco, que lo mantiene firme y quieto en el mismo lugar. Y esta confianza nos la da Jesucristo, que traspasó la cortina del templo de Dios en el cielo, y entró al lugar más sagrado Hebreos. 6:17-19
Basada en el sólido fundamento de la fe cristiana, imparte valor, entusiasmo, optimismo y gozo. Es un antídoto para la desesperación y el desaliento. Estimula a una actividad plena de propósito, particularmente para el avance del reino de Dios.
Y sabrás que yo soy el Señor, que no defraudo a los que esperan en mí. Isaías 49:23
Hace unos días platicaba con alguien acerca de la diferencia entre la fe y la esperanza, ya que es importante saber cual es una y cuál es la otra, ya que si no lo sabemos y no estamos conscientes de ello, podemos perder nuestra fe, al no ser cumplida nuestra esperanza.
La Biblia nos enseña en la carta a los Hebreos en el capítulo 11 y el versículo 1, que la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, pero ojo!, no todo aquello que se espera y no todo aquello que no se ve es parte de nuestra fe, imagine, que un hombre esté preparando un ataque con una bomba para matar a docenas de personas y pida a Dios que le ayude y luego diga tener fe en ello!
Si nos vamos a asuntos más comunes y menos extremos, la enfermedad, las deudas y los problemas cotidianos son algo que a diario decimos son objeto de nuestra fe, pero sabe, si no tenemos cuidado de ello, corremos el riesgo de que nos confundamos y aquello en lo que decimos tener fe no sea otra cosa que nuestra esperanza y al no cumplirse o no ser respondida nuestra oración nos decepcionemos y perdamos nuestra fe en el todopoderoso.
Ya vimos lo que es la fe, ahora bien, la esperanza, es aquello que anhelamos y aquello a lo que nos resistimos a renunciar, es decir aquello que va mas allá de un simple deseo y un simple anhelo, algo que necesitamos que suceda para que podamos tener paz y tranquilidad, y que está guardado en lo más profundo de nuestro corazón.
Lo único que separa a la fe de la esperanza es la voluntad de Dios, así de simple, en otras palabras, nuestra esperanza está fundamentada en aquello que queremos y anhelamos, en aquello que oramos, pero no estamos seguros que sea la voluntad de Dios, mientras que la fe, es aquello que no vemos, aquello que parece imposible, pero fue confirmado por Dios y va a suceder, porque Él así lo dijo, en contra de todos los pronósticos y en contra de todo lo absurdo que se mueva alrededor de esta situación.
Muchas veces nos enfrentamos a la enfermedad, tanto propia como la de seres queridos y cercanos y lo primero que sucede es que empezamos a pedir a Dios por la salud y no dejamos de insistir y ponemos todo nuestro empeño en creer que Dios es más poderoso que esa enfermedad y ciertamente lo es, pero no podemos estar seguros de que va a sanarnos o sanar a esa persona cercana, hasta entender el propósito que Dios tiene en medio de esa situación.
Y no estoy diciendo que Dios sea quien envíe las enfermedades, pero EL SI APROVECHA cada situación por la que pasamos, para transformarnos, darnos una lección o hacernos crecer, pero tenemos que entender que a veces la enfermedad o la adversidad es solo el pretexto ideal para que le volteemos a ver e inclinemos su oído a aquello que tiene que decirnos.
Conoce la historia del jugador Magic Johnson, quien era una gran estrella del Basket Ball Estado Unidense en los noventas, recuerdo claramente lo impactante que fue la noticia que enteró a todo el mundo sobre su contagio de SIDA, todos esperaban que en poco tiempo muriera y pasara a la historia como alguien que fue grande y cometió un error que le costó la vida.
Pero sabe, ha sido todo lo contrario. Inmediatamente después de enfermar, Magic escribió un libro previniendo a la juventud acerca de los errores que el cometió y fue un libro bastante impactante, poco tiempo después decidió que necesitaba hacer a Jesús el Señor y Salvador de su vida y dedicó su tiempo y sus recursos a labores que edifiquen a la juventud,
Hoy, un poco mas de 30 años después, Magic sigue teniendo SIDA, pero no ha muerto, tiene una vida genial, es uno de los hombres más prósperos de la costa oeste de los Estados Unidos y está según entiendo cumpliendo el propósito para el cual fue diseñado día a día sin temer a la muerte, sino temiendo que no alcance a hacer todo aquello para lo que fue creado y aquello en lo que sueña.
Interesante no?, cualquiera hubiera pensado que lo más importante sería que sanara de SIDA y que Dios puede hacer el milagro en su vida, y claro que lo puede, pero sabe, eso no es importante ante el propósito que Dios y Dios ha contenido su enfermedad ante el deseo constante de cumplir su propósito. En otras palabras, Dios no le prometió a Magic Johnson que le sanaría, pero si le prometió que haría cosas asombrosas en su vida, y así ha hecho.
La diferencia entre la fe y la esperanza, es que aquello en lo que podemos y debemos tener fe, sale de la boca de Dios, y antes de pedir algo, debemos de ir a la presencia de Dios y preguntar cuál es el objetivo y que es lo que debemos de aprender o desarrollar a raíz de esta situación, cuando escuchemos la voz de Dios, sabremos orar adecuadamente y no necesitaremos hacer muchas repeticiones de ello, ya que tendremos la certeza de que así sucederá.
Ojo, con esto no quiero decir que no sea el objetivo de Dios que la gente sane, claro que lo es!, Dios quiere darnos vida y vida en abundancia, pero no cualquier clase de vida, sino que quiere que después de cada situación seamos verdaderos campeones y héroes de la fe, que cada vez que haga algo en nosotros, seamos ejemplo y ayudemos a otros a caminar en verdadera fe, no solo a sanarnos y cumplir nuestros deseos para que luego sigamos viviendo como lo hacíamos antes de recibir su favor.
Y sabrás que yo soy el Señor, que no defraudo a los que esperan en mí. Isaías 49:23
Dios no defrauda a los que esperan en Él, y note como dice “esperan en mi” es decir a los que conocen su verdadera voluntad y propósito y confían en que Él hará de la manera que sea Él quien luzca e impacte a las mas personas posibles para establecer el Reino en ellas.
El evangelio es algo maravilloso, una promesa gloriosa, una esperanza, que muchos solo la visualizamos cuando ya sea el tiempo de partir de esta tierra con el Señor, que estaremos con él, y que todo va a ser mejor, sin enfermedades, sin escasez, sin pobreza, sin miseria, todo va a ser gozo y amor. Pero la realidad es que lo que Dios nos ofrece es una vida totalmente exitosa.
Concluyo con ese verso
Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado Romanos 4:5
CONFIEMOS EN El, como dice el canto Al Dios de mi vida”, mi salvador solo en ti yo espero, aunque él me matare en el esperare….Tenemos una esperanza, hay promesas de Dios por cumplirse en nosotros…no muchas veces vamos a entender nuestra adversidad, y no importa, así no haya un milagro que esté esperando, con todo en El voy a esperar.
Aunque tu no entiendas, confía en Dios, que el te oiga cantando, al Dios de mi vida, al Dios de mi esperanza….El espera que confíes en el…el quiere que se cumpla el propósito para el cual te trajo a la tierra…esperemos en El y que nuestra fe no se muera….
Yo quiero orar por ti en esta mañana, pero primero quiero orar por aquellos que todavía no han recibido a Jesús….
Saludos y bendiciones cada tema son
Muy bueno gracias por tener ese tiempo para enseñan y ministral la oalabra de Dios El padre celestial siga dándole sabiduría.